Es un trastorno en el cual hay deseo o necesidad de mover las piernas para interrumpir sensaciones molestas.
Mioclonía nocturna; SPI; Acatisia
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) se presenta más frecuentemente en personas de mediana edad y en adultos mayores. Esta afección empeora con el estrés y su causa se desconoce en la mayoría de los pacientes.
Este síndrome puede ocurrir con mayor frecuencia en pacientes con:
Este síndrome se transmite con frecuencia de padres a hijos y esto puede ser un factor cuando los síntomas comienzan a temprana edad. El gen anormal aún no ha sido identificado.
El síndrome de las piernas inquietas puede ocasionar una disminución en la calidad del sueño (insomnio). Esta falta de sueño puede llevar a somnolencia diurna, ansiedad o depresión y confusión o lentitud en los procesos de pensamiento.
Este síndrome lleva a sensaciones en la parte inferior de las piernas entre la rodilla y el tobillo. La sensación provoca molestia a menos que se muevan las piernas. Estas sensaciones:
Usted sentirá un deseo irresistible de caminar o mover las piernas que casi siempre alivia la molestia.
La mayoría de los pacientes tienen movimientos rítmicos de las piernas durante las horas de sueño, llamados trastorno de movimiento periódico de las extremidades (PLMD, por sus siglas en inglés).
Todos estos síntomas a menudo interrumpen el sueño. Los síntomas algunas veces pueden dificultar el hecho de sentarse durante los viajes por aire o en automóvil o a lo largo de las clases o las reuniones.
Los síntomas pueden empeorar durante los períodos de estrés o trastorno emocional.
No hay ningún examen específico para el síndrome de las piernas inquietas.
El médico por lo regular no encontrará ningún problema, a menos que también se presente neuropatía periférica.
Se harán exámenes de sangre para descartar trastornos con síntomas similares, como la anemia ferropénica.
No existe cura conocida para el síndrome de las piernas inquietas.
El tratamiento está orientado a reducir el estrés y ayudar a la relajación muscular. Las siguientes técnicas pueden ayudar:
Las dosis bajas de pramipexol (Mirapex) o ropinirol (Requip) pueden ser muy efectivas para controlar los síntomas en algunas personas.
Si usted presenta una interrupción grave del sueño, el médico le puede prescribir medicamentos como el Sinemet (un medicamento antiparkinsoniano), gabapentina y pregabalina, o tranquilizantes como el clonazepam. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar somnolencia diurna.
Los pacientes con deficiencia de hierro deben recibir suplementos de este elemento.
Algunas veces, las dosis bajas de narcóticos pueden aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas.
Este síndrome no es peligroso ni potencialmente mortal y no es una señal de un trastorno serio; sin embargo, puede ser molesto y perturbar el sueño, lo cual puede afectar su calidad de vida.
Se puede presentar insomnio.
Solicite una cita con el médico si:
Las técnicas para estimular la relajación muscular y para disminuir el estrés pueden reducir la incidencia de este síndrome en personas propensas a esta afección.
Biller J, Love BB, Schneck MJ. Sleep and its disorders. In: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, eds. Bradley: Neurology in Clinical Practice. 5th ed. Philadelphia, Pa: Butterworth-Heinemann Elsevier; 2008:chap 72.
Lang AE. Other movement disorders. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 417.